COLUMNA: FARO CULTURAL

Apuntes históricos de Mixtequilla

Gubidxa Guerrero

 Santa María Mixtequilla es una pequeña población situada a las faldas del cerro del mismo nombre. Durante el Siglo XIX se llamó Santa Catalina Mixtequilla, según documentos históricos que he podido consultar. No sabemos en qué momento algún funcionario distraído le cambio el nombre, ya que la Patrona del lugar sigue siendo Santa Catalina de Siena festejada cada año a finales de abril.

                En la época prehispánica fue una población perteneciente al Reino de Tehuantepec. En torno a Mixtequilla gira la versión de que se pobló con habitantes mixtecos que se aliaron con los zapotecas para derrotar a México-Tenochtitlan y la Triple Alianza en la Guerra de Guiengola. Lo cierto es que la evidencia etnohistórica apunta a que, desde la llegada de los binnizá a la planicie costera del Istmo, Mixtequilla se habitó con gente perteneciente a este grupo étnico. Existen documentos en idioma zapoteco provenientes de Mixtequilla a finales del Siglo XVI, mientras que no se ha encontrado un solo texto de origen mixteco en el lugar. El idioma que hablaron sus habitantes hasta hace dos generaciones fue el diidxazá (zapoteco del Istmo).

                A la llegada de los españoles Mixtequilla pasó a la tutela del cacique de Tehuantepec Don Juan Cortés Cosijopi II, en cuyos parajes produjo cacao. Jamás perdió su carácter estratégico, pues por la población atravesaba gente y cargamento con rumbo a Oaxaca y Guatemala. Mixtequilla fue el principal cruce de caminos hasta principios del Siglo XX en que el Ferrocarril la desplazó.

En 1660 esta población tuvo un papel destacado en al gran levantamiento armado en contra de la dominación española, conocido como la Rebelión de Tehuantepec. El alcalde de Mixtequilla fue azotado salvajemente por el Alcalde Mayor de Tehuantepec Juan de Avellán (español), lo que provocó su muerte. Este hecho, a su vez, detonó la insurrección más importante durante la época colonial en nuestra región el 22 de marzo. Habitantes de Mixtequilla encabezaron el asalto a Tehuantepec ingresando por el Barrio Santa María, mismo que fue secundado por los restantes Barrios e innumerables pueblos (algunos, pertenecientes a otros grupos étnicos), lo que propició una rápida victoria y la independencia de la Alcaldía Mayor de Tehuantepec por todo un año.

                A mediados del Siglo XIX Mixtequilla fue escenario de batallas entre ‘patricios’ (conservadores) y liberales. La población era utilizada como campamento rebelde para atacar la entonces Villa de Tehuantepec.

                Cuando Porfirio Díaz fue Gobernador y Comandante Militar del Departamento de Tehuantepec en los años 1858 y 1859 conoció el lugar. De hecho, en las cercanías del pueblo, en un paraje conocido como Las Jícaras, el fututo Presidente de la República ganó su primera batalla en el Istmo (13 de abril de 1858), lo que le valió el cargo de Mayor de Infantería. Dos meses después, el 17 de junio, según relató él mismo en sus Memorias: “sorprendí al enemigo en la Mixtequilla y lo seguí persiguiendo hasta el rancho Los Amates, en donde trató de hacerse fuerte; pero con poco esfuerzo lo derroté por completo, dejándole allí algunos muertos, entre ellos su jefe, que era el Mayor Espinosa”. Dicha acción le valió el ascenso a Teniente Coronel por el Gobierno del Estado.

                En Los Amates existe un pequeño pozo. El lugar es conocido por los campesinos, pero muy pocos saben el acontecimiento histórico que se libró en dicho lugar; tanto así que en uno de los capítulos de las Memorias de Don Porfirio aparece dicho nombre. 

                Durante la Revolución Mexicana se libraron combates cruentos en las cercanías del pueblo. Y hasta el día de hoy algunos ancianos recuerdan anécdotas del ‘tiempo rebelde’.

                Cada comunidad zapoteca, cada pueblo istmeño de los distintos grupos étnicos guarda historias interesantes que sus habitantes deben conocer. El caso de Mixtequilla es uno de muchos. [Texto dedicado a Cristian Tónchez Orozco]