Samuel Gurrión y Roberto
López Rosado, aspirantes a la gubernatura, desviaron recursos destinados a la
cultura zapoteca
Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- Dinero que el gobierno
federal etiquetó en el rubro de cultura para el Instituto de la Cultura
Zapoteca fueron malversados por los diputados salientes Samuel Gurrión Matías y
Roberto López Rosado, 5 millones 135 mil pesos y 3 millones respectivamente.
En
el 2013 Samuel Gurrión bajó más de 5 millones de pesos en el proyecto del
Instituto de la Cultura Zapoteca, durante el trienio de su hermano Daniel
Gurrión. Para los inspiradores del proyecto Víctor Terán y Jorge Magariño, la
familia Gurrión, que se encargó de la obra, “sólo les entregó cascajo”.
Aprovechando
que existía un espacio en la parte trasera del que iba ser el Hospital de la
Mujer ,que hoy alberga a los Bomberos y a la Comandancia Municipal, la
constructora aprovechó que ya existía un 50% ya avanzado y sólo edificaron
varios módulos vacíos, hechos de sobras.
El
espacio para el Instituto de la Cultura Zapoteca además de ser entregado a
destiempo, no contaba con prensas, computadoras y una serie de materiales que
contemplaba el proyecto original.
Samuel
Gurrión presumió la construcción del Instituto como el gran aporte para su
pueblo natal, pero como otros proyectos inconclusos o mal hechos por las
compañías a quienes designaron las obras como el estadio de Beisbol “Los
Rieleros” en Jalapa del Marqués o la calle inconclusa en la colonia santo
Domingo en Juchitán, ha quedado como el más grande monumento a la corrupción y
al enriquecimiento con recursos públicos de su familia.
Por
su parte Roberto López Rosado había anunciado que destinaría 3 millones de
pesos que había gestionado para la cultura zapoteca, un proyecto con varios
rubros como es la reedición de libros y discos de música, además de apoyar el
proyecto del Instituto de la Cultura Zapoteca en el rescate de la lengua como
es “Gusisácanu Diidxazá dó’ stinu”.
Desde
marzo que se anunció públicamente ante los medios, el diputado plurinominal del
PRD, no volvió a hablar del asunto con los encargados del proyecto Jorge
Magariño y Víctor Terán, negándoles las llamadas y faltando a citas para
abordar el asunto.
Algunos
integrantes de la comunidad cultural sospechaban que el cacique del
Coordinadora Democrática de Pueblos (CDP) había utilizado el dinero en la
campaña a la diputación federal a favor de su comadre María Cruz. Pero pasado
la elección y a unos días de terminar su mandato el diputado no daba muestras
de entregar el recurso.
En
su informe de actividades frente a Palacio y en presencia del presidente
municipal Saúl Vicente Vásquez, anunció el recurso de los tres millones para
después fuera de micrófono y mirando al edil dijo que éste recurso aún faltaba
por aplicarse.
El
programa “Gusisácanu Diidxazá dó’ stinu” desde su anuncio ha sido sufragado por
el Ayuntamiento, la impresión de camisas, etiquetas, página de internet y la
serie de gastos que implica la actual campaña la ha sufragado el Ayuntamiento
confiando en que López Rosado entregaría el recurso prometido.
Ante
la denuncia a los medios el exedil López Rosado, finalmente se comunicó con los
encargado de la campaña, presentándose como víctima, asegurando entregar lo
prometido en público y como testigo a Saúl Vicente, “me tendrán que comprobar
hasta el último peso” dijo a los poetas el exdiputado.
En
una conferencia de prensa dada ayer para aclarar lo de los tres millones el
exdiputado llegó con las manos vacías, sin el dinero, sin los libros y discos
que iba a editar y si haber convencido a los integrantes del Instituto, ni
siquiera el director de Casa de la Cultura, Vidal Ramírez Pineda, se presentó
para respaldarlo.
López rosado llevó a la conferencia al titular
de la Fundación que armó el proyecto integral, quién aseguró que los tres millones no le han sido entregados y
tampoco informó para cuándo este recurso aterrizará.
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