viernes, 12 de septiembre de 2014

Liberan a pastor que intentó secuestrar avión en 2009


  • José Mar Flores Pereyra estuvo en un centro federal de rehabilitación psicosocial en Ayala, Morelos, acusado de pretender secuestrar un avión para forzar una entrevista con el entonces presidente Felipe Calderón


José Mar Flores Pereyra estuvo en un centro federal de rehabilitación psicosocial en Ayala, Morelos, acusado de pretender secuestrar un avión para forzar una entrevista con el entonces presidente Felipe Calderón 

Justino Miranda / corresponsal| El Universal
José Mar Flores Pereyra, el pastor religioso acusado de pretender secuestrar un avión para forzar una entrevista con el entonces presidenteFelipe Calderón, obtuvo su libertad luego de cinco años de reclusión en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (CEFEREPSI), con sede en el municipio de Ayala, al oriente del estado.
El pastor de origen boliviano salió en libertad esta madrugada, confirmaron funcionarios de la Secretaría de Gobernación.
En aquel tiempo el pastor declar� a la prensa que pretend�a advertir al presidente sobre un gran ter
El 9 de septiembre de 2009, el pastor José Mar Flores amagó con secuestrar el avión de la línea Aeromexico, y detonar dos supuestos explosivos que llevaba consigo en el vuelo con más de 100 pasajeros, cuya ruta era Cancún-DF.
El pastor le dijo al piloto que explotaría los artefactos sino le comunicaban al entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, pero fue detenido tras un fuerte operativo antiterrorista. El entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, dijo que el boliviano adujo haber tenido una revelación divina.
En aquel tiempo el pastor declaró a la prensa que pretendía advertir al presidente sobre un gran terremoto que se acercaba. Era un mensaje de Dios, argumentó.
También dijo que su acto se debió a que ese día marcaban los números 9-9-9, es decir, 9 de septiembre de 2009, lo que supone -según las supersticiones- un día aciago porque a la inversa es el 6-6-6, el "día de la bestia".
Luego de su frustrado intentó por reunirse con el Presidente, la justicia federal lo condenó a cuatro años de tratamiento en el CEFEREPSI de Ayala, cuya prisión abandonó hoy.
Una versión extraoficial citó que el interno logró su libertad al obtener la protección de la justicia federal. Ante las autoridades federales alegó que había cumplido con su sentencia de cuatro años de terapia y por lo tanto tenía derecho a la libertad, debido a que fue recluido desde septiembre de 2009.

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