viernes, 23 de octubre de 2015

Una mirada por dentro del C-130 J "El Caza Huracanes"

* Esta es la historia del avión que esta monitoreando al huracán "Patricia"

Ramón Bragaña Benítez

Santa María Huatulco, Oax.Perteneciente al Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico, nombre oficialmente dado a los “cazahuracanes”, su historia se remonta desde el 7 de agosto de 1944, fecha en la que dio inicio la tradición de los verdaderos trotamundos, con aeronaves desplegadas desde Canadá, Florida y el Golfo de México hasta las islas Azores.



La tripulación que controla esta enorme nave tiene como única misión y objetivo realizar vuelos de reconocimiento de ciclones tropicales a fin de recolectar toda la información posible, que les permita calcular con la utilización de los más sofisticados equipos de medición, con una mejor precisión su ubicación exacta, su trayectoria y la velocidad.



TECNOLOGÍA Y EQUIPO A BORDO

Al ser un laboratorio aéreo, el C130J está equipado con diferentes sensores y dispositivos que miden variables meteorológicas como son: temperatura, humedad, velocidad del viento, estos datos son transmitidos vía satélite al Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos, para ser procesados e interpretados, para así poder darlos a conocer a las diferentes instancias de carácter mundial.



Sin embargo el equipo más valioso con el que cuenta son las llamadas “Sondas de Caída”, que se usan al penetrar la pared del ojo del huracán, para determinar los vientos máximos en la superficie. Luego otra sonsa cae en el ojo del huracán, para medir la presión más baja en la superficie.



La llamada “Sonda de Caída es como un globo meteorológico pero al revés, ya que baja en vez de subir, durante su caída recaba otra parte de información como la dirección del viento, temperatura y humedad, desde el punto del lanzamiento hasta la superficie del mar, desarrollando un perfil vertical de la atmósfera.



Siendo un avión de ala alta, su capacidad de carga y transporte superan por mucho al de un avión convencional, siendo esta capacidad lo que ha mantenido al C130J vigente a lo largo de 50 años, haciéndolo popular no solo en las fuerzas aéreas de Estados Unidos, si no en todo el mundo.

Cuenta con una rampa de acceso localizada en la parte trasera del C130J, la cual permite subir de manera cómoda a las personas, incluso se pueden meter hasta 5 automóviles compactos si ningún problema.



Este C130 ha sido adecuado para satisfacer las necesidades de la tripulación, su bodega de carga presurizada permite trabajar con los diferentes equipos de medición que se encuentran allí instalados.

Lo primero que uno nota al estar en el interior de un C130J es la majestuosidad de que cada cosa tiene claramente un lugar donde estar: indicadores de radares, equipos de emergencia, paneles con cables que alimentan de energía a los equipos, sondas listas para ser lanzadas es todo lo que se observa.



El C130J está equipado con una cabina de control ubicada en el segundo nivel del avión, brindando mayor espacio y autonomía, para poder llegar a ella, se requiere abrir una puerta que sólo el comandante de la nave puede liberar, esto como un protocolo de seguridad implementado después de los atentados terroristas de Estados Unidos.

Una parte esencial para el buen funcionamiento del C130J “cazahuracanes” es el alto nivel de seguridad que exige el estar dentro. Cuenta con equipos como paracaídas, mascarillas de emergencia en caso de sufrir despresurización, extintores y equipo de primeros auxilios.

PREVENIR PARA SALVAR VIDAS

Jon Tlabot, piloto del C130J, recalcó la importancia de poder contar con este tipo de aviones del Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico, cuya única misión es la de lograr prevenir y reducir al máximo los daños materiales y sobre todas las cosas, lograr evitar la pérdida de vidas humanas.



“Fue a mediados de la Segunda Guerra Mundial cuando dio inicio la cacería de huracanes, Joe Duckworth piloto aviador condujo su avión de entrenamiento hacia el ojo de un huracán sin el conocimiento de sus superiores, lo que demostró la capacidad de este avión de poder soportar las fuerzas de los huracanes”.

Debido a que México forma parte del Plan Operativo de la Asociación Región IV de la Organización Meteorológica Mundial, ha sido posible que desde hace varios años el C130J lleve a cabo visitas en diferentes destinos nacionales, donde se permite el acceso al público para que conozcan de la forma en que se miden estos fenómenos ciclónicos.

Los invitados que pudieron hacer el recorrido por el interior de la aeronave quedaban sorprendidos de la cantidad de instrumentos tanto de navegación y medición con que cuenta, así como de la capacidad de todos sus tripulantes, para quienes representa un reto todos los días que se encuentran en misión.

La vida para la tripulación no es nada fácil, no sólo el soportar las fuerzas de la naturaleza al estar dentro de una tormenta o huracán, sino el tipo de vida que llevan, en guardias de 12 horas, donde tienen que estar atentos a cada uno de los datos recibidos, verificar que lleguen a su destino, sin tener tiempo de parpadear.

El piloto Tlabot compartió que la gran tecnología con la que cuenta este avión le permite a él como comandante tener la capacidad en tiempo real de poder saber la temperatura del mar con tan solo tocar un botón.



El mensaje que finalmente se pretende tener con la visita de esta aeronave C130J “cazahuracanes” a los diferentes destinos tanto nacionales como de otros países, consiste en dar a conocer no sólo la tecnología que se tiene para poder anticipar trayectorias, rutas, velocidades de impacto, sino hacer ver a los gobiernos sobre todo al mexicano, que se deben implementar programas, procedimientos, recursos suficientes y que estos lleguen verdaderamente a las manos de quienes sufren la afectación.

Características del C130J

Tipo de avión: Hércules C130J

Turbinas: 4 Marca Roll-Royce con una potencia de 4 mil 700 caballos cada uno

Altura máxima: 10 mil pies

Envergadura: 39.7 metros



Altura: 11.9 metros

Velocidad crucero: 671 kilómetros por hora

Vientos soportados: Resiste a vientos de más de 200 kilómetros por hora

Tripulación: 5 personas, piloto, copiloto, navegante, reconocimiento aéreo y oficial meteorológico.

Capacidad de carga: 19.453 kilogramos

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